lunes, 22 de abril de 2013

Identidad y empoderamiento por María José Jiménez Cortiñas

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Elena Máñez, Directora del Instituto Canario de Igualdad y María José Jiménez Cortiñas
La tradicional agrafía gitana ha determinado que nuestra memoria escapara a todo registro escrito, y que tan solo desde los archivos y documentos  impresos, podamos acceder a un capítulo de nuestro devenir: la historia de la represión, historia de las relaciones conflictivas con los poderes públicos y con las poblaciones de las localidades en las que hemos venido residiendo.
Los gitanos y las gitanas somos los grandes DESCONOCIDOS SOCIALES, grupo invisible para la mayoría.
A este desconocimiento hay que sumarle la imagen estereotipada, distorsionada y prejuiciosa que se tiene de nosotros y nosotras.
Si hablamos de mujeres gitanas, habría que añadir prejuicios y estereotipos específicos muy negativos:
-       No somos comprendidas por  muchos hombres  No GITANOS.

-    No somos consideradas por muchas mujeres No GITANAS, que proyectan en nosotras características relacionadas con la ignorancia, la sumisión, el analfabetismo y el control por parte de los hombres gitanos.

-  No somos entendidas por muchos hombres GITANOS, que se empeñan en hacernos creer que estamos en este mundo con un único mandato divino ... el familiar.

Las mujeres gitanas venimos sufriendo desde hace más de seis siglos lo que modernamente se llama “DISCRIMINACIÓN MULTIPLE”.

El camino para poder des-montar esta construcción social y empezar a Re-construir una verdadera identidad gitana (de mujeres y hombres) es dotarnos de todo aquello que nos  facilite PROTAGONIZAR NUESTRO PROCESO DE CAMBIO,  no nos valen cambios impuestos, esos cambios han de ser cambios propuestos y reflexionados propios, pero también EQUILIBRADOS (Mujeres y Hombres)

Las mujeres gitanas no pretendemos un avance en solitario, ese avance no nos sirve, las mujeres gitanas queremos avanzar/conquistar con nuestro pueblo, con nuestra familia.

Queremos dejar de ser “DIBUJADAS” desde una perspectiva errónea que viene marcada por esa DISCRIMINACION MULTIPLE, queremos que se deje de decir cómo tiene que ser una “mujer gitana” y que sean otras voces las que nos dibujen.

Basta de cumplir la “profecía” de lo que dice la sociedad mayoritaria lo que tenemos que ser (incluyendo a muchos de los medios de comunicación).

Basta ya de cumplir la “profecía” poética de lo que dicen algunas voces de hombres gitanos de cómo tiene que ser la mujer gitana.

Las mujeres gitanas somos diversas, tenemos sueños, aspiraciones e inquietudes. Por lo que es necesario hacer VISIBLE LO INVISIBLE  y empezar a participar de manera real y consciente en todos aquellos espacios públicos y privados que también nos pertenecen.

Me gustaría acabar esta reflexión con palabras de GOMEZ AFARO.  NOS HALLAMOS  ANTE  LA  “HISTORIA  DE UN PUEBLO QUE NO ESCRIBIÓ SU PROPIA HISTORIA.”

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